Cómo amoldar tu pie a las nuevas zapatillas de running
Si estás pensando en comprarte unas zapatillas nuevas de running, deberás tener claro que la mayoría de modelos que se pueden encontrar en el mercado tienen un diseño que se adapta a cualquier pie.
Aunque esto es así, no quita que haya modelos más cómodos según qué persona. De esta forma, si no compras las adecuadas, puedes tener molestias importantes que te impedirán disfrutar de este deporte tan maravilloso.
Lo primero, y necesario, es dedicarle el tiempo suficiente a la elección de las nuevas zapatillas. Antes de comprarlas, hay que asegurarse de que corresponden con el modelo y características adecuadas a la persona. Es importante ver si las zapatillas se ajustan a la morfología del runner y no comprar nunca un número justo ya que el pie se dilata durante la práctica de este deporte.
En esta línea, te proponemos utilizar en un primer momento las zapatillas para caminar, bien en casa o la calle, pero sólo para andar y así adaptar las deportivas al pie, comprobando si realmente estás ante el modelo que necesitas.
De esta forma, será clave que te tomes tu tiempo, que no te dejes llevar por la euforia de estrenar zapatillas ya que podrás provocar rozaduras, ampollas y situaciones bastante dolorosas para tu pie.
Así, una vez que ya has andado varios días con ellas, utilízalas para entrenamientos cortos y poco intensos. Luego puedes ir incrementando la carga y con ella la potencia sobre las zapatillas para que el pie se adapte de forma progresiva.
Con esto, queda claro que una carrera no es el mejor momento para estrenar unas zapatillas. Lo recomendable es utilizarlas durante 4 – 6 semanas para luego dar el salto a la competición, una vez realizado entrenamientos similares a los que supondrá la prueba.
Finalmente, también es importante hablar del calcetín, siendo aconsejable utilizar el mismo tipo durante los entrenamientos y carreras. Evita usar aquellos que sean de mayor densidad para impedir rozaduras.
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